Cualquier supervisor debe destacar en:

• Supervisar y revisar información de materiales, eventos o del entorno.
• Detectar o evaluar problemas, ya sean reales o potenciales.
• Monitorear y controlar los recursos y vigilar los gastos.

A los técnicos se les suelen encomendar las siguientes tareas:

• Proporcionar documentación, instrucciones detalladas, planos o especificaciones para explicar cómo se deben fabricar, construir, ensamblar, modificar, mantener o utilizar dispositivos, piezas, equipos o estructuras.
• Utilizar computadoras y sistemas informáticos (incluyendo hardware y software) para programar, escribir software, configurar funciones, introducir datos o procesar información.
• Realizar el mantenimiento, la reparación, la calibración, la regulación, el ajuste fino o la prueba de máquinas, dispositivos y equipos que funcionan principalmente con principios eléctricos o electrónicos (no mecánicos).

• Cerrar puertas y portones de entradas y salidas para asegurar edificios.
• Responder a emergencias médicas administrando primeros auxilios básicos u obteniendo asistencia de paramédicos.
• Patrullar instalaciones industriales o comerciales para prevenir y detectar señales de intrusión y garantizar la seguridad de puertas, ventanas y portones.
• Responder alarmas e investigar disturbios.
• Monitorear y autorizar la entrada y salida de empleados, visitantes y otras personas para proteger contra robos y mantener la seguridad de las instalaciones.
• Redactar informes de actividades diarias e irregularidades, como daños a equipos o propiedades, robos, presencia de personas no autorizadas o sucesos inusuales.
• Llamar a la policía o a los bomberos en casos de emergencia, como incendios o presencia de personas no autorizadas.
• Circular entre visitantes, clientes o empleados para preservar el orden y proteger la propiedad.
• Advertir a las personas sobre infracciones o violaciones de las reglas, y detener o desalojar a los infractores de las instalaciones, utilizando la fuerza cuando sea necesario.